¿adiós a la cultura digger? .La escena underground de la música electrónica siempre ha sido un espacio de exploración y misterio. DJs como Nicolas Lutz y Fumiya Tanaka han construido sus carreras buscando tracks únicos. Ser un «digger» es resistir la homogeneización de la música. Sin embargo, en la era digital, esa exclusividad está siendo desafiada. Las redes sociales permiten que, con un clic, se comparta lo que antes era un descubrimiento personal.
El fenómeno del «track ID» refleja este cambio. Lo que antes marcaba la diferencia en un set, ahora es compartido en redes sociales. En minutos, un track raro pierde su exclusividad cuando se difunde masivamente. A esto se suman los grupos de Telegram, que facilitan el acceso a música exclusiva. La difusión de selecciones cuidadas diluye el arduo proceso de búsqueda, esencial para la cultura del vinilo.
¿Track ID si, track ID no?
Plataformas como Trommel y Meoko han ayudado a visibilizar la música underground. Sin embargo, también contribuyen a la pérdida de exclusividad al hacer más accesible lo que antes requería un esfuerzo de descubrimiento. DJs como Raphael Carrau y Matthias enfrentan el dilema de resistir o adaptarse a esta nueva realidad. Algunos eligen mantener un perfil bajo en redes para preservar el misterio.
Rebekah, DJ de techno, señala que el «underground» tiene capas más profundas de lo que se percibe. Binh expresó su preocupación por cómo los identificadores de tracks y los grupos de Telegram diluyen la exclusividad. La magia de compartir discos raros se pierde cuando se identifican instantáneamente. El problema no solo afecta a los DJs, sino a toda la comunidad electrónica.
La cara y la cruz de las redes sociales
A pesar de las críticas, las redes sociales han beneficiado a sellos discográficos y tiendas de discos. Cuando un track raro es identificado en redes, aumenta la demanda y las ventas. Esto ha impulsado reediciones y lanzamientos especiales. ¿adiós a la cultura digger?. El futuro del underground podría depender de la experiencia compartida, más que de la exclusividad de la música.
En la pista de baile, lo importante no es conocer el nombre del track, sino cómo te hace sentir en ese momento. Aquí reside el verdadero espíritu del underground, que sigue siendo indomable.